El uso cotidiano de equipos eléctricos domésticos y el auge de la comunicación y sus dispositivos como Internet, redes de telefonía móvil y sistemas de navegación por satélite (Navstar-GPS) producen un smog electromagnético. Hoy el nivel de campo eléctrico en situaciones cotidianas es
considerablemente más alto que hace 130 años.
El fondo del campo electromagnético (CEM) se caracteriza por fuerza y frecuencia aleatorias e incontroladas, así como por pulsos de campo indefinidos. El smog electromagnético es peligroso para la salud humana. Las corrientes eléctricas existen naturalmente en el cuerpo humano como una parte esencial del cuerpo en funcionamiento. Los procesos eléctricos están involucrados tanto en la transmisión de las señales nerviosas como en las reacciones bioquímicas relacionadas con la digestión, la actividad cerebral, etc. Debe notarse que la explosión prolongada a los CEM, incluso si es de menor intensidad, puede influir en el bienestar del individuo.
Los campos electromagnéticos generalmente se dividen en campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia, eléctricos estáticos (de frecuencia f≤ 100 kHz, procedentes de líneas eléctricas, electrodomésticos, computadoras) y campos electromagnéticos de alta frecuencia o radiofrecuencia (f <~ 100 GHz). Las principales fuentes son transmisiones de radio y televisión, teléfonos móviles, radar, calentadores de inducción, wifi, ondas DECT, etc.